Observar y cuidar:
Bióloga de la UAA
destaca el valor
educativo de los
festivales de aves
Miércoles 30 de julio 2025
● Los festivales de aves permiten atender a un público amplio y ofrecer una primera aproximación al conocimiento ecológico.
● Se trata de transformar actitudes y valores para que queramos proteger nuestro entorno, y para lograrlo, necesitamos vivir la naturaleza, no sólo estudiarla, destaca la académica.
La bióloga María Guadalupe Castorena Esparza, docente de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, compartió el impacto que han tenido los Festivales de Aves de Aguascalientes como herramienta de educación ambiental, una iniciativa que, aunque comenzó como una idea personal, hoy en día ha sido enriquecida por numerosas personas, organizaciones y colectivos a lo largo de más de una década de trabajo ininterrumpido.
Desde el año 2015, Castorena Esparza y su equipo han organizado diez ediciones, una propuesta que busca combinar ciencia, arte, cultura y naturaleza para fortalecer el vínculo de la sociedad con su entorno. El festival ha tenido lugar en escenarios clave como el bosque de Cobos y la Sierra Fría, y ha contado con la colaboración de grupos de observadores de aves, instituciones gubernamentales, universidades y sociedad civil organizada. A través de este esfuerzo colectivo, se ha logrado incidir de forma positiva en la divulgación científica y la valoración de los ecosistemas locales.
La académica explicó que los festivales de aves permiten atender a un público amplio, ofreciendo una primera aproximación al conocimiento ecológico. “Podemos dar información y ese puede ser uno de los pasos intermedios para llegar a cuidar”, expresó, al referirse al largo proceso que implica sensibilizar verdaderamente a la población hacia el respeto y protección del medio ambiente.
La estructura del festival contempla distintas actividades: observación en campo, en la que distintos grupos registran aves en el mayor número de puntos posible y comparten sus hallazgos; conferencias virtuales, una modalidad que surgió durante la pandemia y que hoy permite la participación de personas de otros estados e incluso de otros países; y finalmente, una salida grupal a la Sierra Fría, espacio que se ha convertido en un símbolo de los esfuerzos de conservación.
Además de fomentar el avistamiento de aves, estas jornadas incluyen también talleres, exposiciones, charlas y actividades culturales que permiten un aprendizaje vivencial. A decir de la bióloga, la educación ambiental implica un proceso, no solo dar datos. En ese sentido, expresó que se trata de transformar actitudes y valores
para que queramos proteger nuestro entorno, y para lograrlo, necesitamos vivir la naturaleza, no sólo estudiarla.
A lo largo de los años, el festival se ha alineado con los lemas del Día Mundial de las Aves Migratorias, abordando temas clave como la contaminación por plásticos, la escasez de agua o la importancia de los insectos. Este año, el lema será “Espacios compartidos”, reforzando el mensaje de que es necesario respetar las dinámicas naturales de lugares como la Sierra Fría, donde muchas especies migratorias encuentran refugio.
Para Castorena Esparza, los festivales son solo una parte de un proceso más amplio. “No basta con que unos cuantos hagamos acciones; necesitamos que el conocimiento llegue a más personas. Solo así podremos generar un cambio real y duradero en la relación que tenemos con la naturaleza” concluyó. En la cuenta de Facebook Festival de las Aves de Aguascalientes puede consultarse más información de las próximas actividades.