Jueves, 25 de diciembre de 2025


Investigación de la UAA busca

transformar la comprensión y

atención de la violencia de

género en preparatorias

 

Mércoles 24 de diciembre 2025

 

● Se busca visibilizar expresiones como la violencia psicológica, económica o digital, así como las microagresiones que, al ser percibidas como naturales, perpetúan estructuras de desigualdad y dominación.

● Los hallazgos servirán para diseñar estrategias educativas y políticas que reconozcan la violencia de género como un problema social y estructural.

Con el propósito de contribuir a la comprensión y prevención de la violencia de género desde las instituciones educativas, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes se desarrolla el proyecto de investigación “Género, violencias y convivencia escolar en la educación media superior. Una aproximación plural”, encabezado por la Dra. Guadalupe Ruiz Cuéllar, profesora investigadora del Departamento de Educación.

Esta iniciativa busca examinar las percepciones y experiencias de estudiantes de nivel medio superior en torno a las distintas formas de violencia hacia las mujeres, así como identificar si a través de la convivencia escolar, se promueve una cultura de respeto e igualdad en torno a las estudiantes.

La investigación parte del reconocimiento de que la violencia de género no se limita a manifestaciones extremas como la física o sexual, sino que también se expresa en formas cotidianas y normalizadas que atentan contra la dignidad y los derechos humanos de las mujeres. A través del análisis de las percepciones que tienen las y los jóvenes sobre estas problemáticas, se pretende identificar las violencias más comunes dentro y fuera del entorno escolar, así como los mecanismos de convivencia que podrían contribuir a enfrentarlas de manera sensible y efectiva.

El proyecto surge como resultado de dos vertientes de trabajo que la académica ha desarrollado en los últimos años: por un lado, la dirección de una tesis doctoral enfocada en la mediación lectora como herramienta de sensibilización frente a las violencias hacia las mujeres; y por otro, la labor colaborativa dentro del cuerpo académico “Instituciones y actores de la educación”, de la cual la Dra. Ruiz Cuéllar forma parte. De esta sinergia se plantea una aproximación plural al fenómeno, que conjuga miradas provenientes de la psicología, la sociología, la antropología y la educación para comprender su complejidad desde diferentes ángulos.

De acuerdo con la investigadora, el estudio ha permitido constatar que, entre las y los jóvenes, existe aún una limitada comprensión sobre la amplitud de las violencias que viven las mujeres, especialmente aquellas que se presentan de manera sutil o simbólica. En este sentido, se busca visibilizar expresiones como la violencia

psicológica, económica o digital, así como las microagresiones que, al ser percibidas como naturales, perpetúan estructuras de desigualdad y dominación.

Además de identificar las perspectivas del alumnado, el proyecto también pretende analizar el papel que desempeñan docentes y autoridades escolares en la detección, atención y prevención de estas problemáticas. Si bien muchas instituciones cuentan con reglamentos o protocolos para la convivencia y la atención de la violencia de género, la investigación apunta a que aún es necesario fortalecer la sensibilidad, la formación y la capacidad de respuesta de las comunidades educativas.

La Dra. Ruiz Cuéllar destacó que los resultados de esta investigación podrán servir como base para el diseño de estrategias formativas y políticas educativas más integrales, que reconozcan la violencia de género como un problema estructural y social, no limitado a las aulas. Al ampliar la conciencia sobre la diversidad de manifestaciones de violencia, se busca promover una transformación en las relaciones escolares y sociales, orientada hacia la empatía, el respeto y la equidad.

El proyecto, que se encuentra en su primer año de desarrollo y tiene una duración de dos años, prevé presentar sus primeros resultados a mediados del próximo año. Estos se compartirán con las instituciones participantes a través de informes, presentaciones y materiales de divulgación.

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Entre el furor y la fragilidad, lo

que el Ultra Fast Fashion muestra

de nuestra cadena de valor

 

Lunes 22 de diciembre 2025

 

● El modelo de ropa ultrarrápida inunda el mercado latinoamericano y está frenando la producción y el empleo local.

● Una experta propone cinco movimientos para igualar las reglas y dignificar la industria textil en América Latina.

El rechazo hacia ciertas marcas y gigantes de la industria textil se hace evidente alrededor del mundo. Recientemente una nueva polémica se desató en redes sociales argentinas a consecuencia de las críticas por el impacto que tienen los productos importados en la industria local.

El “ultra fast fashion” es un modelo de consumo de ropa que destaca por la rápida producción y distribución de prendas de vestir a precios accesibles. Derivado de este tipo de actividades, se reporta en diversos mercados un incremento en las importaciones de ropa superiores al 70%, esto a diferencia del porcentaje de “uso de la capacidad instalada” en empresas locales, rondando apenas el 40%.

La Mtra. Edith Mirelle Levario Rodríguez, profesora investigadora de la Licenciatura en Diseño de Modas en Indumentaria y Textiles de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, explicó que esta situación es el reflejo de una tensión que se vive en toda América Latina. “Por un lado celebramos la democratización de la moda, pero por otro, invisibilizamos las condiciones que la hacen posible”. La investigadora reflexionó sobre el precio que paga el consumidor, el cual no es el costo total del sistema. “Faltan los temas de los aranceles, proveedores y otros tantos que no aparecen en los tickets”, compartió.

A nivel global empresas del sector textil e indumentaria han registrado caídas en sus ventas que superan el 20% en comparación con al año anterior y pérdidas que rondan el 5%. Lo mismo está pasando con el empleo: se reportan caídas superiores al 7% en Argentina.

En muchos países de América Latina, existen reglas especiales que permiten comprar cosas pequeñas y baratas por internet en el extranjero sin pagar muchos impuestos o pasar por trámites complicados. “Esto es como tener una vía rápida para las compras en línea. Cuando la economía está mal y la gente tiene menos dinero, aprovechan esta vía rápida para comprar en ciertas tiendas en línea que ofrecen ropa muy barata. Por eso, aunque los salarios bajan, las compras por

internet suben, por eso la cada vez más alta participación de “ultra fast fashion” en el comercio electrónico”.

“Si la importación exprés entra con facilidades que la producción local no tiene, no hablamos de ineficiencia del taller, sino de reglas desiguales”, agregó la Dra. Levario Rodríguez.

Así mismo, la investigadora de la UAA propone 5 movimientos prácticos que harían la diferencia: reglas simétricas (IVA y controles básicos de seguridad del producto), trazabilidad y veracidad (exigir una trazabilidad mínima y sancionar afirmaciones y promesas sin sustento), reconversión hacia los lotes cortos, diseño como política industrial (diseñar no es “decorar”, es orquestar materiales, procesos y servicios) y compra pública innovadora (uniformes escolares, sanitarios y de seguridad pueden convertirse en demanda anticíclica para el ecosistema local si se licitan con criterios de desempeño, trazabilidad y circularidad. Eso estabiliza volúmenes, profesionaliza y sube estándares).

Los Censos Económicos 2024 reportan en Aguascalientes más de 78 mil establecimientos y 536 mil personas ocupadas, con alzas de unidades, pero remuneraciones reales presionadas e informalidad en ascenso (53.2% según lecturas locales de INEGI). En ese contexto, los talleres chicos sienten el golpe de la moda ultra-barata porque compiten sin economías de escala ni vía rápida logística.

De acuerdo a la investigadora de la UAA el estado debe dejar de comportarse como espectador del algoritmo y retomar su rol de diseñador de mercado; la industria, a su vez, debe abandonar la nostalgia de la “época dorada” y abrazar procesos, datos y servicio posventa; la academia tiene que formar diseñadores que entiendan logística, finanzas y sostenibilidad con el mismo rigor con que entienden silueta y patrón.

“Se deben nivelar reglas, trazar productos, invertir en tecnología cercana y sobre todo, dignificar el trabajo que sostiene lo que vestimos. Si lo hacemos, el precio bajo dejará de ser la única promesa, y la moda latinoamericana podrá competir donde sí tiene ventaja, talento, proximidad y calidad”, concluyó la académica.

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